Las alteraciones del nivel de conciencia son una causa frecuente de consulta en los servicios de urgencias. El coma, definido como la ausencia de respuesta a órdenes verbales y estímulos dolorosos, es una situación clínica de tal gravedad que, a corto plazo, puede producir la muerte del paciente o dejar secuelas cerebrales irreversibles. Por ese motivo precisa una rápida y correcta actitud diagnóstica y terapéutica. La anamnesis y la exploración física son las claves para realizar un buen diagnóstico diferencial, pero no deben retrasar el inicio del tratamiento.
A continuación, se presenta el caso de una mujer de 62 años que fue traída en UVI móvil a nuestro servicio de Urgencias por bajo nivel de consciencia con Glasgow de 3, pupilas isocóricas y arreactivas en nuestra exploración neurológica, sin reflejo corneal. Precisó intubación orotraqueal por parte de anestesia por presentar una vía aérea difícil e ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI), siendo dada de alta a los 69 días con diagnósticos de insuficiencia respiratoria global, encefalopatía hipercápnica, síndrome de distrés respiratorio agudo y polineuropatía del paciente crítico.
Disorders of consciousness are a common reason for consultation in emergency services. Coma, defined as the absence of response to verbal commands and painful stimuli, is a clinically serious condition that, in the short term, can lead to the patient’s death or result in irreversible brain damage. For this reason, it requires a prompt and accurate diagnostic and therapeutic approach. Medical history and physical examination are key to conducting a thorough differential diagnosis, but they should not delay the initiation of treatment.
Below is the case of a 62-year-old woman who was brought in a mobile intensive care unit to our Emergency Department due to a low level of consciousness, with a Glasgow Coma Scale score of 3, isochoric and unreactive pupils in our neurological examination, and an absence of corneal reflex. Orotracheal intubation was required by anesthesia due to a difficult airway, leading to admission to the Intensive Care Unit (ICU). She was discharged after 69 days with diagnoses of global respiratory failure, hypercapnic encephalopathy, acute respiratory distress syndrome, and critical illness polyneuropathy.
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