En 1557 y 1558, el reciente rey Felipe II solicitó desde Bruselas a la regencia de Valladolid, una serie de demandas de suministros, dinero y hombres destinados a la VI guerra contra la Francia de Enrique II de Valois. La Princesa de Portugal, doña Juana, tuvo que coordinar los preparativos para crear armadas que transportaran dichas peticiones. Sin embargo, ni Bruselas, ni Valladolid, pudieron prever las dificultades a las que se enfrentarían los administradores de estas armadas, ante las resistencias de los poderes locales, que pretendían defender su autonomía. Los problemas surgieron y afectaron en la puesta en marcha de estos transportes en los puertos vascos y de Cantabria con destino a Flandes. El presente artículo expone dichos conflictos y las soluciones adoptadas, con el fin de que el retraso de estalogística no afectara a la propia estrategia de la campaña militar que se planificaba.
In 1557 and 1558, the recent King Felipe II requested from Brussels to the regency of Valladolid, a series of demands for supplies, money and men destined for the VI war against the France of Henry II of Valois. The Princess of Portugal, Doña Juana, had to coordinate the preparations to create armadas to transport these petitions. However, neither Brussels nor Valladolid could foresee the difficulties that the administrators of these armies would face, in the face of the resistance of the local powers, which sought to defend their autonomy. Problems arose and affected the start-up of these transports in the Basque and Cantabrian ports bound for Flanders. This article exposes these conflicts and the solutions adopted, so that the delay in this logistics does not affect the strategy of the military campaign that was planned.
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