Primero es lo primero, felicitar a los organizadores y participantes de este Congreso sanmarquino en homenaje a la primera aparación de Don Quijote, personaje a quien podemos llamar también, parodiando al Palmerín de Inglaterra y al Amadís de Gaula, llamarlo, digo, Palmerín de España y Amadís de la Mancha, y a su creador, Miguel de Cervantes, al hombre maltratado en su tiempo, pero dueño de otro reino infinito de la imaginación, incluso de los sueños, así como del asombroso proceso de la creación literaria.
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