Ricardo Palma mantuvo una larga y estrecha amistad con Julio S. Hernández, periodista y político, también poeta, veinte años menor, quien jugó un importante y reservado papel en su nombramiento de director de la Biblioteca Nacional del Perú. Hernández escribió una comedia, Ernesto, en la que cuestionó a las limeñas que se casaban movidas por interés. Solicitada su opinión, Palma expresó sus críticas en verso; Hernández contestó en la misma forma. Más tarde, estimulado por su admirador, Palma escribió «Levantiscos», una «carta literaria» en torno al origen de esa palabra.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados