Ronald Ruiz Peña, Mariana Pino, Juan Contreras
Los adolescentes que infringen la ley han experimentado situaciones que aumentan la probabilidad de involucrarse en actividades criminales como el consumo de drogas, la participación en pandillas, condiciones económicas adversas, entre otras. Todo esto, sumado a su etapa de desarrollo humano, caracterizada por cambios físicos, cognitivos, sociales y emocionales, puede llevarlos a presentar deficiencias en sus procesos cognitivos y, al mismo tiempo, enfrentar dificultades educativas. El propósito de este estudio es evaluar diferentes procesos cognitivos en estos adolescentes en comparación con un grupo de control que posee características similares pero que no ha cometido ningún delito y cuya educación no ha sido interrumpida. Para este fin, se incluyeron (n = 62) adolescentes infractores y (n = 62) adolescentes no infractores de sexo masculino, con edades de 14 a 18 años. Se recopilaron datos sociodemográficos básicos sobre su educación y consumo de sustancias psicoactivas, así como datos cognitivos con pruebas como el Ineco Frontal Screening para funciones ejecutivas, la Evaluación Cognitiva de Montreal para funciones generales, entre otras. Los resultados mostraron diferencias significativas en funciones ejecutivas, procesos de atención, memoria y lenguaje. Estas dificultades pueden ser clave para el rendimiento escolar, por lo tanto, se sugiere intervenciones educativas adaptadas a estos adolescentes.
Adolescents who break the law have experienced situations that increase the likelihood of becoming involved in criminal activities such as drug use, gang involvement, adverse economic conditions, among others. All this, added to their stage of human development, which is characterized by physical, cognitive, social and emotional changes, can lead them to have deficiencies in their cognitive processes and at the same time present educational difficulties. The purpose of this study is to evaluate different cognitive processes of these adolescents in comparison to a control group with similar characteristics but who have not committed any crime and whose education has not been interrupted. For this purpose, were included (n = 62) adolescent offenders and (n = 62) adolescent non-offenders of male sex and aged 14 to 18 years was taken. Basic sociodemographic data on their education and psychoactive substance use were collected, as well as cognitive data with tests such as Ineco Frontal Screening for executive functions, Montreal Cognitive Assessment for general functions, among others. The results showed significant differences in executive functions, attentional processes, memory and language. These difficulties can be key to school performance, therefore, educational interventions adapted to these adolescents are suggested.
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