City of Ann Arbor, Estados Unidos
Este artículo examina la relación entre los conceptos de reconstrucción y ruina durante el primer franquismo a través del análisis de la primera “Exposición de la reconstrucción en Madrid” y la maqueta del Alcázar de Toledo en ruinas, ambas de 1940. Este artículo explora cómo las estrategias visuales utilizadas en la exposición y la conformación visual de una imagen de la ruina se utilizaron para transmitir los mensajes ideológicos del régimen. La exposición fue la primera muestra de una selección de planes para la reconstrucción de España tras la guerra, fue diseñada por un equipo de jóvenes arquitectos asociados a la Falange y representa una propuesta clave para pensar la relación entre ideas de tradición y revolución tras 1939. Por el contrario, la imagen del Alcázar como ruina se articuló dentro de los parámetros del nacionalcatolicismo, lo que se tradujo en una versión del asedio de connotaciones religiosas que resaltaba su asociación con el imperio español y la tradición nacional. El régimen transformó el edificio en una ruina capaz de producir legitimidad histórica a través de medios visuales. En última instancia, este artículo sostiene que la tensión entre la reconstrucción y la ruina dio forma a la historicidad del discurso visual del régimen. Como resultado, este artículo nos invita a considerar la posguerra como una temporalidad compleja en la que el pasado, el presente y el futuro estaban entrelazados, y en la que la tradición y la revolución no se veían plenamente como opuestos, sino como aspectos complementarios de la nueva España fascista.
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