Resumen de Los jabeques del rey frente al corso mediterráneo
Con el siglo XVIII acabó el esplendor del corsarismo mediterráneo que había dado tan buenos frutos a las regencias berberiscas. Aunque su peligro contra el litoral peninsular y el archipiélago balear continuó siendo constante, sus resultados fueron más limitados por la debilidad de las flotas norteafricanas, cuyas razias estaban reducidas a una, dos o tres embarcaciones. Para combatirlo, la monarquía de Felipe V inició un lento, pero preciso, cambio de estrategia en el Mediterráneo empleando dos fórmulas que fueron decisivas. La primera fue aumentar el pabellón naval de la marina de guerra gracias a la decidida política constructiva; la segunda fue incentivar el corso privado de unos particulares decididos a continuar con esta vieja práctica empresarial marítima.
