En primer lugar, el autor hace una breve referencia a los principales acontecimientos de la revuelta popular de Nápoles iniciada el 7 de julio de 1647 en la plaza del Mercado a causa del nuevo impuesto sobre las frutas, tomando como base la crónica atribuida a Aniello della Porta. Analiza, luego, el debate historiográfico en torno al origen, naturaleza y características de aquella revuelta. Distingue tres líneas básicas de interpretación historiográfica: las de M. Schipa, R. Villari y G. Galasso, inspiradas en criterios políticos; la de P. Burke, que pone de relieve la dimensión sociológica y antropológica de aquellos sucesos; y la de A. Mussi, que se orienta hacia un análisis comparativo de aquella revuelta con otras similares ocurridas, por la misma época, en diversos países europeos.
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