Después de un año de guerra en Cuba, la permanencia de España en aquella isla dependla del éxito de la campaña militar y de la aceptación de las reformas políticas.
Eran los dos argumentos para ganarse la benevolencia de las potencias europeas y la neutralidad de Estados Unidos. Había que llegar a una paz estable y equitativa. Era preciso vencer a los independentistas y dar una respuesta a las justas aspiraciones de los cubanos.
A lo largo de estos meses de 1897, la negociación estuvo sometida a las exigencias militares. Cuando éstas se subordinaron al proyecto político del partido liberal, la autonomía no tuvo tiempo para implantarse. A cuatro meses de su puesta en marcha, estalló la guerra entre Estados Unidos y España
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados