Me parece oportuno señalar que tuve el privilegio de ser uno de los primeros lectores del manuscrito original de este libro, pues su autor, Álvaro Vega, tuvo a bien compartirlo conmigo. Y gracias a esta primicia lectora pude dar forma hace ya algunos años a parte de las ideas que aquí retomaré, cuando en aquel momento remití mis comentarios a Álvaro.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados