Resumen de Entrevista a Gabriel Ruiz Cabrero
Javier Ortega Santos, Pablo Manuel Millán Millán, Andrés Galera Rodríguez
A lo largo de su vida, Gabriel Ruiz Cabrero (Madrid, 1946) ha hecho suya la premisa de que no hay arma más eficiente que saber prestar atención. Con una mirada limpia, dispuesta a entusiasmarse, se sentó muchas horas, muchos días, en un banco de la sevillana plaza del Cristo de Burgos frente a un solar desnudo. Allí, mano a mano con Enrique Perea, dialogó con los tiempos pretéritos y venideros de la ciudad y buscó una respuesta desde el presente al reto de una nueva sede para el Colegio de Arquitectos. El edificio ya estaba allí. Sólo había que afinar la mirada para verlo y hacerse las preguntas adecuadas. Porque Gabriel nunca se ha cansado de preguntar. Desde una doble fidelidad, a lo observado y a su intuición, ha entendido siempre que, junto al viajar, esa es la mejor forma de aprender. Jubilado de sus responsabilidades de catedrático en la ETSAM, sigue sintiéndose un eterno aprendiz y vuelca sus esfuerzos en la conservación de la Mezquita-Catedral de Córdoba. A ese conjunto ha consagrado una parte muy importante de su trabajo desde 1979. En esta tarde primaveral, el sonido de los pájaros que revolotean el jardín de la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, que acoge nuestro encuentro, eleva el pensamiento a otros lugares. Frente a frente con Ruiz Cabrero, experto en conjugar los tiempos de la arquitectura y leer en los espacios, nos disponemos también nosotros a preguntar. Preguntar para aprender. Y aprender de quien no se ha cansado nunca de hacerlo.
