Dejadme que me ría con mi risa de locam, dejádme que me ría, ¡dejadme por piedad! que yo misma me burlé de mi propia locura, dejadme que me ría; ¡ya no puedo llorar!En el capítulo en los casos de lunáticos uno se encuentra con experiencias físicas perfectamente válidas. Estos contienen los símbolos esenciales de nuestro texto.
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