Desde los inicios de la segunda mitad del siglo pasado, el tráfico de drogas y sustancias psicotrópicas ha constituido una de las mayores preocupaciones a nivel mundial. En la actualidad, esta actividad ilícita se lleva a cabo a gran escala por organizaciones criminales con un alto grado de especialización y disponibilidad de medios, existiendo una dificultad para descubrir y probar la implicación delictiva de sus promotores o impulsores. La entrega vigilada de drogas se concibe como un instrumento encaminado a descubrir a las personas implicadas en un determinado tráfico ilícito. En España, el desarrollo legal de esta técnica de investigación abarca una amplia variedad de posibilidades en la práctica policial. En muchas ocasiones, a lo anterior se le suma una necesidad de cooperación efectiva entre autoridades y cuerpos policiales de distintos países, por el carácter transnacional que caracteriza a la delincuencia organizada
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