Recientemente, el 19 de marzo, un configurador de venta de automóviles de la compañía Mini ofreció, durante unas horas, la posibilidad de adquisición de un vehículo por un precio final ligeramente superior a los ochocientos euros, incluyendo los costes de transporte. No es la primera vez que ocurre algo así, pero siempre se han producido los mismos hechos: la publicación del precio erróneo, una compra masiva por los consumidores, la rectificación posterior de la compañía y la negativa de entrega del producto. Esta negativa se debe a más factores de los que se cree, y en este breve artículo procedemos a su análisis.
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