Primero quiero agradecerle por romper el sello celeste y compartir los secretos del conocimiento con los que aun necesitamos saciar nuestra infinita sed intelectual y espiritual; al finalizar el proceso de lectura de su increíble libro El nombre de la rosa, he cambiado la perspectiva de pensamiento en la vida, y por ende, he transformado mi cosmovisión, ya que no volveré a ver los objetos, animales, hechos, grafos, fonemas, acordes musicales y las personas como simples seres o sucesos sin fondo, causa y efecto, por el contrario intentaré descubrir que hay detrás de cada una de sus funciones, de su origen, pensamientos, sonidos, formas y hasta de los gestos de su faz.
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