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Resumen de Un nazi satisfecho de sí mismo: Klaus Barbie asesinó a más de cuatro mil personas

  • Es la tercera vez que un tribunal francés juzga a Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon. En 1952 y en 1954 el tribunal militar de Rhône le sentenció a sendas penas de muerte. Pero Barbie, que unos años después obtendría carta de residencia en La Paz (Bolivia) a nombre de Klaus Altmann, no pudo ser ejecutado. En aquellas fechas se hallaba oculto en algún país de América del Sur y preparaba su salto definitivo a Bolivia. Una paradoja, la huida del nazi fue posible gracias a las gestiones de la Cruz Roja Internacional que creía amparar a una víctima más de guerra. En Bolivia, Barbie se instaló como un empresario alemán más y colaboró con los gobiernos militares de aquel país durante casi dos décadas. Entonces, en 1972, fue descubierto e identificado por el matrimonio Klarsfeld, una pareja de antiguas víctimas del nazismo que ha dedicado su vida a la caza de sus verdugos.


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