Una sociedad democrática para su correcto funcionamiento requiere de ciudadanos que sean conscientes de sus derechos, pero también de sus obligaciones. Ciudadanos que hayan adquirido a lo largo de su formación dentro de la familia, la escuela y la sociedad valores propios de la sociedad a la que pertenecen. En ocasiones, los grupos sociales han fallado en la labor de pasar estos valores a los nuevos ciudadanos y por eso creemos que los medios alternos de solución de conflictos son una oportunidad más para la adquisición de ellos o su reforzamiento.
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