Es común durante la etapa temprana del embarazo, el rechazo a ciertos alimentos y bebidas, generalmente las frituras, el café, el alcohol y también el humo de los cigarrillos. Se piensa que los antojos se deben al aumento de los niveles hormonales que algunas mujeres experimentan durante el primer trimestre del embarazo.Algunos autores han vinculado a la nausea y el vómito con un riesgo reducido de abortos, generando en los trabajadores de salud la sensación de un pronóstico favorable en el resultado del embarazo.Hook planteó que la nausea y el vómito protegen al embrión de los efectos tóxicos de ciertos alimentos que contienen químicos teratogénicos peligrosos y abortificantes presente en la dieta materna. Además propuso que los ascos y antojos alimentarios son síntomas interrelacionados con la nausea y el vómito, los mismos que están presentes en la etapa temprana del embarazo.El estudio prospectivo de corte transversal fue realizado en el Hospital Municipal Patronato San José (HMPSJ) de Quito se utilizó la información prenatal de 852 pacientes, quienes fueron reclutadas durante el primer trimestre y fueron seguidas hasta el final de la gestación. Consistentemente con los hallazgos encontrados por Hook, las mujeres tuvieron mayores probabilidades de reportar ascos alimenticios, específicamente para las carnes, alimentos fritos, asados o a la parrilla y a los vegetales amargos y especerías. Pero contrariamente a estos hallazgos las mujeres también tuvieron mayores probabilidades de reportar ascos por los alimentos blandos y suaves como almidones y carbohidratos.Los antojos alimenticios fueron más frecuentes para las frutas y jugos de frutas, seguidos de pescado y mariscos y carnes en general. Se encontró asociación entre nausea, vómito con ascos y antojos alimenticios; pero no hubo asociación estadísticamente significativa entre ascos y antojos alimenticios con abortos, ni anomalías congénitas.
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