Estudio de este problema en las principales fábricas de la localidad Antes de abordar este tema de gran interés dentro de nuestro medio social obrero, he creído conveniente presentar una sintética exposición referente a la importancia que reviste el factor ventilación dentro del terreno de la Higiene Industrial. Indudablemente, la ventilación constituye uno de los problemas sociales obreros, por cuya solución se han preocupado hondamente los pueblos y los individuos a fin de elevar, dentro de la medida de las posibilidades, el nivel biológico de las colectividades humanas. Con mayor razón, al tratarse de la Higiene Industrial la ventilación tiene que desempeñar un papel primordial y básico, pues, su estudio constituye uno de los problemas sociales que una vez solucionado contribuirá al mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador industrial quien, efectúa una labor manual constante que lo retiene en la fábrica o en el taller durante muchas horas del día. Se comprende la enorme repercusión que tiene en el organismo del trabajador las condiciones higiénicas favorables o desfavorables del taller o salas de trabajo en las cuales pasa buena parte de su vida. Si bien es verdad, que los incesantes progresos de la industria, han logrado introducir beneficiosas modificaciones en los medios de trabajo del obrero, suprimiendo las manipulaciones peligrosas y tóxicas, no es menos cierto, que la centralización de los obreros y obreras en las fábricas, ha creado otros problemas más árduos que resolver y de inaplazable necesidad, problemas para cuya solución se impone la íntervención del Estado de una manera directa y constante, a fin de salvar y proteger el más preciado don de la naturaleza cual es la salud ciudadana. Para este estudio de la ventilación en los medios industriales, es indispensable hacer una clasificación de las salas de trabajo en dos grupos: el primero que comprende todos aquellos talleres en los cuales la industria respectiva da lugar al desprendimiento de substancias, partículas, vapores, polvos, gases, etc., que mezclándose con la atmósfera, constituyan un peligro para la respiración humana. El segundo grupo comprenderá todas aquellas industrias en las cuales no se producen substancias de deshecho o combustión capaces de mezclarse con el aíre ambiente en él cual trabaja el obrero. En cada uno de estos dos grupos de talleres y fábricas necesitamos hacer un estudio de la ventilación, amoldándonos a sus condiciones y circunstancias, partículas, vapores, polvos, gases, etc., que mezclándose con la atmósfera, constituyan un peligro para la respiración humana. El segundo grupo comprenderá todas aquellas industrias en las cuales no se producen substancias de deshecho o combustión capaces de mezclarse con el aíre ambiente en el cual trabata el obrero. En cada uno de estos dos grupos de talleres y fábricas necesitamos hacer un estudio de la ventilación, amoldándonos a sus condiciones y circunstancias, pues, en los primeros, o sea en aquellos cuya atmósfera está saturada de productos extraños, el uso de aparatos de aireación, y de aspiradores, ventiladores y renovadores de aíre, se impone. Igualmente, en ciertas industrias, lós obreros están expuestos a calores extremos que nos obligan tomar ciertas medidas prudentes que eviten los enfriamientos bruscos, para lo cual dispondremos de locales de transición, en los cuales puedan permanecer los obreros algún tiempo antes de salir afuera. En cambio, en los talleres y fábricas cuya industria no da lugar a la producción de substancias y partículas extrañas, el problema de la ventilación es menos complicado; pues, ya no se necesitarán ventiladores ni aspiradores mecánicos, concretándose únicamente el problema al estudio de las condiciones intrínsecas en la ventilación, las cuales son: dimensiones del taller para apreciar su capacidad y cubicación de aíre, las condiciones de luz, calor y renovación de la atmósfera, etc. Concretándonos al primer grupo de fábricas, tenemos que en un buen número de industrias, se produce en el curso del trabajo un polvo más o menos fino, formado de partículas muy tenues que resultan tanto de la transformación de las materias primas, como de las mismas herramientas. Estas partículas obran, ya por intoxicación, ya por acción mecánica, obstruyendo parcialmente las vías respiratorias y sirviendo de vehículo a los micro-organismos patógenos que dan lugar, especialmente, a enfermedades pulmonares de curso crónico. Es por ello, que en los talleres industríales la ventilación tiene por objetivo principal, evitar la concentración nociva de los gases y vapores propios de la industria y suprimir el polvo flotante en la atmósfera. Para conseguir este fin son necesarias grandes cantidades de aíre circulante y especialmente condiciones favorables de capacidad de los locales. Podrían establecerse varios sistemas de ventilación: primero, ventilación natural, en la cual la renovación de aíre se realiza por las aberturas y orificios convenientes que posea el local, especialmente, ventanas y puertas. A continuación, tenemos el sistema de ventilación mecánica, en la cual nos servímos de ventiladores y aspiradores de sistema eléctrico. Existe también un sistema de depuración del aíre por medio del ozono, en el cual se intenta aprovechar de la acción oxidante del ozono para conseguir liberar al aíre de las substancias odorantes, partículas de polvo y bacterias que lleva en suspensión. Pero, prácticamente, no es utílízable este último sistema, por los gastos que ocasiona y por lo dudoso de sus resultados. En vísta de la importancia que entraña el, factor ventilación en los medios industriales, se impone realizar lo que podríamos llamar Higiene de los Lugares de Trabajo. Este problema de atender los siguientes puntos: situación, distribución y altura de las construcciones.
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