Los terroristas utilizan los mismos sistemas de los grupos mafiosos para robar y falsificar los automóviles que luego emplean en todo tipo de acciones. Los coches-bombas de ETA son "dobles" casi perfectos de otros vehículos que circulan por nuestras ciudades. Esta técnica, que incluye el retoque de los números del bastidor y la falsificación de juegos completos de documentación, hace muy difícil la labor de la Policía en un país donde, además, se roba un automóvil cada cinco minutos. En cinco años han "desaparecido" de nuestras calles cerca de 200.000 vehículos; un centenar ha podido engrosar el "parque" de ETA.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados