Guillermo Quiña, Federico Moreno, Pablo Córdoba
La pandemia por COVID 19 puso en evidencia una realidad precaria del trabajo en la cultura, especialmente en los espectáculos con público en vivo y, gracias tanto a la organización y el reclamo de sus trabajadores como al llevado a cabo por distintas cámaras empresariales y asociaciones del sector, adquirió estado público la importancia de la dimensión laboral en la producción cultural (Dolcemáscolo y Quiña, en prensa). En la ciudad de Buenos Aires (CABA), al igual que en otras urbes de nuestro país y la región, esto incentivó el debate sobre las condiciones laborales en que se produce cultura en el ámbito público y privado. Esto también impactó en el debate acerca del rol del Estado como garante de políticas públicas necesarias para sostener la actividad cultural en situaciones de emergencia y en la denominada nueva normalidad pospandémica.
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