El Tabaquismo es conocido por el hombre desde hace miles de años, pero recién en el Siglo XX adquirió los niveles con que se le conoce actualmente. Más de 1000 millones de personas son consumidoras de tabaco, a nivel mundial, y la mayoría de ellas se inicio antes de los 18 años de edad (1). El tabaquismo genera una dependencia o adicción nada fácil de superar. El humo de tabaco produce una intoxicación crónica que ocasiona severos daños a la salud, tanto de los consumidores como de los que son expuestos pasivamente al mismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el costo humano del tabaquismo es de 4.9 millones de muertes por año. El tabaquismo es la principal causa evitable de muerte del mundo. Según el Banco Mundial, el tabaquismo causa una pérdida de divisas de 200.000 millones de dólares por año a los estados (1, 12). A pesar del conocimiento del daño, este consumo no es fácil de erradicar , porque está muy arraigado en las costumbres sociales de la mayoría de los países, por la severa adicción que causa en sus consumidores, y porque existe un “vector”, con un gran poder económico y político que impulsa la epidemia y se beneficia de ella: la industria tabacalera. El Problema del Tabaco es un problema “global” y requiere una respuesta “global”. Por ello la OMS propuso a la Asamblea Mundial de la Salud, el desarrollo de un tratado mundial para abordar este problema: El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). El CMCT no hará desaparecer el problema del tabaco, pero puede constituirse en una herramienta extremadamente efectiva para frenar la evolución actual de la epidemia de tabaquismo, si se logra que cada país aplique las estrategias más fuertes desde el punto de vista de la protección de la salud pública, y se implementa su aplicación adecuadamente, o bien puede quedar sólo como “otro tratado más”, carente de toda efectividad. El resultado final dependerá de los gobiernos y de la sociedad civil, en especial, del sector salud.
Tobacco has been used by human beings since thousands of years, but only in the XX Century it reached the consumption levels we know today. Over a billion people consume tobacco around the world; most of them started before 18 years old. (1). Tobacco consumption causes a strong addiction, very difficult to overcome. Tobacco smoke produces a chronic intoxication that seriously damages consumers and passive smoker’s health. According to World Health Organization (W.H.O), the human cost of tobacco use is 4.9 million death annually. Tobacco is the main avoidable death worldwide. The World Bank stated that tobacco use cause damages country economies for about 200 billion dollars a year (1, 12). In spite of knowing the facts, tobacco use is very difficult to eliminate, because it is a deep-rooted social behavior, a strong addiction and, mainly, it has as vector with a huge financial and political power: the tobacco industry, that promotes the epidemic and profits from it. Tobacco is a global issue and required a global answer. The World Health Assembly (WHA) approved a global treaty against this menace: The WHO-Framework Convention on Tobacco Control (FCTC). The FCTC will not make the tobacco problem disappear, but if it is used appropriately, it could be an extremely effective tool to curb current trends of the tobacco epidemic. For protecting public health in the right way, countries must apply and enforce the strongest strategies. Otherwise; this treaty will be “one more treaty”, lacking effectiveness. The final result will depend on government and civil society action, especially in the health sector.
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