La razón que motivó el presente artículo sobre la lectura e interpretación a partir de la selección de capítulos que realiza Joan Luis Llinàs sobre Educación en Montaigne: Cap.: XXV “Del Magisterio”; XXVI “De la educación de los hijos”; VIII “Del amor de los padres por los hijos” y XIII “De la experiencia”, fue en principio, el destacado uso de “la metáfora” que el autor utiliza para hacer foco en la tesis o idea más fuerte que presenta en cada uno de los Capítulos.
De esta manera me vi seducida a adentrarme en ese juego que hace el autor entre el recurso metafórico que nos invita a pensar, acompañado en muchas oportunidades por la pregunta. Una pregunta pertinente, filosófica y filosa que sigue haciendo su trabajo aún cuando avanzamos en la lectura o incluso cuando ya dejamos de leer.
La otra razón me tomó por sorpresa, no estaba prevista; me refiero a la indagación conceptual en la que me vi envuelta, en busca de fundamentos, primero sobre la Educación y luego sobre los fundamentos de los fundamentos. En esta indagación y haciendo foco en la mirada política del autor sobre las guerras civiles de religión que le tocó vivir, abordé otro capítulo “La costumbre y el no cambiar fácilmente una ley aceptada”. Lo notable es que para expresar el nudo ideativo o tesis en este capítulo, el autor vuelve a hacer uso de la metáfora como ya nos tiene acostumbrados.
Por lo dicho anteriormente queda formulada la siguiente pregunta a ser abordad al cierre del presente artículo:
¿Cuál es entonces para Montaigne, el origen y el fundamento de la ley, del Derecho y las Instituciones?, con ello estaríamos contestando a la vez por el fundamento del fundamento de la educación.
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