Nos hemos citado lejos. Lejos de la Alcaldía de San Sebastián y lejos de Madrid: en el valle de Arán, al pie del Montarto coronado de brumas, y en las verdes laderas de Baqueira-Beret. Xabier Albístur es militante de Eusko Alkartasuna. De padre navarro y madre donostiarra, independentista vasco de la cruz a la raya, acaba de estrenar sillón municipal con un escandalazo: ordenó retirar la ikurriña que los batasunos habían colocado en solitario y en un balcón del Ayuntamiento. Y, después, prohibió que ondeasen las tres banderas, el día mayor de las fiestas. Se negó a obedecer al gobernador civil de Guipúzcoa, cuando le mandaba exhibirlas. Y, para terminar de armarla, declaró "mi bandera es la ikurriña" y "la bandera española, a la que respeto y nunca malutilizaré, es un símbolo de imposición a los vascos"...
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