Sus piernas, sus ojos, su acento porteño y su voz insinuante encandilaron a varias generaciones de españoles, que veían en ella a la artista devoradora de hombres, fascinadora y millonaria. Pero detrás del mito hubo y hay una mujer con una vida cuajada de dramas y sinsabores, que hoy vive del recuerdo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados