Acabo de darme cuenta: Menotti se parece a Gary Cooper. Si pudiera ponerle a Cooper unas melenas a lo paje del medievo, o a Menotti un gran sombrero vaquero de alas anchas, el parecido resultaría asombroso: su figura interminable, como estirada: -"Mido un metro ochenta y ocho". "No es posible... ¿Tan poco?"-. Las piernas largas, larguísimas, que se mueven lentas y pausadas, mientras que el resto del cuerpo permanece impasible... como para no descolocar la pistolera. Cuando le pregunté a un entendido: "¿Por qué todo el mundo conoce a Menotti, incluso gente que no se interesa nada por el fútbol?". Me contestó: "Es cuestión de personalidad. Él nunca pasa desapercibido". Y como Cooper, esté donde esté, Menotti se interpreta a sí mismo.
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