Este tercer trabajo sobre la arquitectura malagueña y los viajeros del siglo XIX esta dedicado a la visión que ofrecen de los restos de nuestro pasado musulmán. De entre tales ruinas, son las del Castillo de Gibralfaro las que acaparan su mayor atención, por motivos tanto artísticos como históricos y paisajísticos. Aunque en menor medida, alcazaba y atarazanas son también otros lugares de interés para unos extranjeros siempre atraídos por el mito romántico del exotismo
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