Las lesiones o tumores subepiteliales (TSE) son raros. Se considera que en 1 de cada 300 endoscopias puede encontrarse un TSE, lo que corresponde al 0,36% de las endoscopias. De estos, solo el 10% se ubican en el duodeno, lo que proporciona una idea de lo infrecuente que es este hallazgo. Al realizar la endoscopia y detectar un TSE en el duodeno, inicialmente se describirá su tamaño, forma, color, movilidad, pulsación y finalmente la consistencia, la cual puede evaluarse con la pinza de biopsia cerrada. Esto permitirá detectar si es quístico, firme o si tiene el “signo de la almohada”, que es altamente sugestivo de lipoma. En caso contrario, está indicada la realización de una ecoendoscopia, especialmente si el tumor es mayor de 1 cm.
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