Carlos Orozco Álvarez, Saúl Hernández Islas, Mayte Nathalie Cruz Vázquez, Michelle Montserrat Lira Martínez
Se elaboró un plan de negocios para la creación de una microempresa productora de alginato de sodio aprovechando el sargazo que llega, y contamina año con año, a las costas de Quintana Roo, México. Se estimó una capacidad instalada de 38.5 ton/año para cubrir el 9.6 % de la demanda del producto, siendo las industrias de cosméticos y alimentaria las principales consumidoras. La síntesis del bioproceso incluyó operaciones como el secado solar del sargazo, extracciones ácidas y alcalinas para obtener el ácido algínico, obtención del alginato de sodio empleando carbonato de sodio y etanol, y finalmente la reducción de tamaño, tamizado y envasado del producto en polvo. A partir de 1 tonelada de sargazo seco (20 % de humedad) se obtuvieron 385 kg de producto (12% de humedad), proporcionando esto un rendimiento del bioproceso de 42 %. El equipo para llevar a cabo la producción 770 kg/semana incluyó, entre otros, 3 marmitas de 6 m3, 2 tanques cilíndricos de 8 y 1 m3, 5 bombas centrífugas de 1 a 3 HP, un filtro prensa de 80 m2 de área de filtración y un equipo de tamizado y envasado de 200 kg/h., lo cual constituyó una inversión de 2 millones de pesos; y la inversión fija se estimó con un factor de Lang de 4.25 obteniéndose un monto de 8.5 millones de pesos. Finalmente se estimó la TIR siendo esta de 42.68% y por lo tanto la microempresa resultó rentable porque la TMAR fue calculada en 22%, por otro parte el tiempo de recuperación de la inversión fue de 2.8 años, mientras que el punto de equilibrio resultó del 51% de la capacidad instalada; estos resultados económicos se obtuvieron estimando un precio del producto de 510 pesos/kg siendo éste 34% inferior al precio promedio del producto en el mercado.
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