Carlos Ernesto Arcudia Hernández, Xochitl Tamez Martínez, Sara Berenice Orta Flores, Blanca Torres Espinosa
La oralidad en materia procesal mercantil trajo consigo un cambio de paradigmas en el derecho mercantil mexicano. Desde un proceso en el que el principio dispositivo era la norma general, hemos pasado a un proceso en el cual el juzgador cuenta con amplias potestades de dirección procesal, y medios de apremio para impulsar el procedimiento. Rastrearemos a lo largo de las tres etapas que integran el juicio oral, a saber: la de fijación de la controversia o litis, la preliminar y, finalmente la de juicio oral, las facultades de apremio y de dirección procesal que, al juzgador, como rector del proceso, le concede la legislación mercantil mexicana.
The mercantile oral trail brought with it a paradigm shift in Mexican commercial law. From a process in which the device principle was the general norm; we have moved on to one in which the judge has the broadest attributions of procedural direction and means of enforcement to promote the procedure. We will trace along the 3 stages in which the oral trial is divided - setting the litis stage; preliminary stage; and oral trial stage- the powers of enforcement and procedural direction that the judge, as the rector of the process, is granted by Mexican commercial law.
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