Guayaquil, Ecuador
Cuando me fuera solicitado un editorial para la revista de la Facultad de Ciencias Médicas, se me vino al recuerdo el haber leído en algún momento y algunos años atrás algo que me parece, que debe ser actualizado, ya que al momento existiendo una crisis de valores es ponderable incentivar a todos aquellos que ocupamos o hemos ocupado cargos directivos en una u otra institución, y es un decálogo de autor anónimo y he decidido transcribirlo en parte.1. El deber principal es servir:Sin lugar a dudas el mundo es una vocación de servicio, que nos lleva y nos exige un gran sacrificio para servir a todos aún con la inmolación de nuestras vidas y de nuestros triunfos. La personalidad de alguien se mide por su capacidad y abnegación.No busquemos nuestro propio interés ni aprovecharnos para ventajas personales, es decir en idioma bien claro el servir y el valer son acciones que van aparejadas, en conclusión vale el que sirve y sirve el que vale pero más vale al que más sirve.Cuando un directivo o un jefe NO SIRVE se lo debe sustituir al igual que a un bombillo de luz que se fundió y no ilumina ni iluminará más, es decir ¡Necesitamos que sirva!.
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