En este trabajo se propone un sistema de control borroso que funciona dentro de un lazo de control cerrado diseñado para hacer que un robot móvil autónomo sea capaz de seguir una trayectoria rectilínea incluso bajo fuertes perturbaciones. El sistema utiliza un sensor de tipo AHRS que calcula el error en la orientación del robot con respecto a una dirección de referencia. Se ha probado el sistema con robots de tracción diferencial y con robots con dirección Ackermann. Finalmente, se muestran resultados experimentales, probando así la eficacia del sistema diseñado.
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