Yo creo que a Luis Yáñez lo embarcó Felipe II en la Armada Invencible, y que lo que luego dijo no fue eso de que "No he mandado mis barcos a luchar contra los elementos", sino a luchar contra los gafes. En cambio, don Juan de Austria, asesorado por un ángelo italiano al servicio de Andrea Doria, dejó a Luis Yáñez en tierra cuando se embarcaron para la batalla de Lepanto. Con todo, desde tierra, logró que a Miguel de Cervantes le arrancaran un brazo.
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