Resumen de El discurso de Butragueño
Estos chicos celebran casi todas sus sesiones de trabajo en los restoranes de cinco tenedores. Lo del Parlamento es un trámite mucho menos interesante que el de la lubina y el "magret de canard", con sorbete de melón y menta en medio para separar los gustos. Han terminado por entender más de cosechas que de leyes, y se conocen las añadas del rioja mucho mejor que la fecha de los códigos. Cualquier pardillo en Cortes, con el gaznate hecho al valdepeñas de frasca, te pide hoy en el restorán la cosecha del 59 o del 64, y cata el caldo elevando los ojos y arrastrando la lengua por el paladar, como hace Rafael Ansón.
