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Resumen de El mercado durante la guerra: ¿Trinchera de combate o cuartel de estrategia internacional?

Nelson Ernesto Rivera Díaz

  • español

    Cualquier guerra se libra en dos escenarios: las trincheras y los cuarteles de estrategia. En las trincheras están los que sufren el combate pero no pueden decidir sobre el mismo; en los cuarteles están los que no sufren, pero sí deciden. En la guerra, pues, vale la pena identificar el sitio donde se encuentran los mercados, que para bien o para mal, son afectados directos de cualquier conflicto que llegue a consecuencias bélicas. Los mercados suelen reaccionar de formas muy diversas a los combates – o a rumores de combate – por lo que estudiar la relación resulta relevante. No será extraño observar cómo ante una guerra, los precios de los hidrocarburos suben, se da una tendencia inflacionaria y los productos de consumo masivo escasean. Por supuesto, nada de esto tiene sentido ya que las guerras no son el necesario reflejo de la realidad del mercado; es justo ahí donde se introduce el concepto de especulación económica, la cual hace que los productores y consumidores tomen decisiones económicas en base a rumores sin base real. El Mercado Cambiario será sujeto directo de las fluctuaciones causadas por las especulaciones producto de las guerras. Es más, las guerras van a ser las que marquen el ritmo de la evolución de los sistemas monetarios internacionales. Sin embargo, la valuación de la moneda no es la única que sufre fluctuaciones producto de las guerras; igualmente los mercados de valores se ven afectados por este tipo de fenómenos, haciendo que las bolsas de valores del mundo reaccionen con prontitud ante cualquier conflicto que pueda serles afecto. Probablemente las partes en combate pierdan a sus jóvenes en el campo de batalla, pierdan sus aparatos productivos, a miles de civiles y queden con secuelas por décadas, siendo la guerra la mejor manera de que ambas partes pierdan. Aunque por supuesto, siempre habrá un ganador por el lado del mercado. Es por eso que si alguien pregunta “¿por qué siguen habiendo guerras?”, la respuesta es muy simple: ¡porque son muy rentables!

  • English

    Whatever war is waged on two stages: trenches and strategy headquarters. There are those suffering the combat In the trenches but they can’t decide on it; secondly, there are those who don’t suffer in the headquarters, but they decide. Then, it is worth identifying the site where the markets in the war, for better or for worse, are directly affected by any conflict that comes to war consequences. Markets tend to react in very different ways to the fighting - or to combat rumors - so studying the relationship is relevant. It will not be strange to see how a war, oil prices rise, an inflationary trend and consumer products in short supply. Of course, none of this makes sense because wars are not necessary to reflect market reality; this is exactly where the concept of economic speculation is introduced, which it makes producers and consumers to take economic decisions based on rumors without real basis. The Exchange Market will be direct subject of fluctuations caused by war speculations. Moreover, wars will be those that set the pace of evolution of the international monetary system. However, the valuation of the currency is not the only product suffering fluctuations as product of wars; stock markets also are affected by this phenomenon, making the stock exchanges of the world react promptly to any conflict that may assist them affection. Probably the parts in combat lose their young on the battlefield, lose its manufacturing base, thousands of civilians and left with consequences for decades, war being the best way for both sides to lose. Although of course, there will be always a winner by the side of the market. That’s why if someone asks “Why there are still wars?”, the answer is very simple: because they are very profitable!


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