Santiago, Chile
Los incendios forestales originados por tormentas estivales son una característica común en la mayoría de las regiones con clima Mediterráneo, tal como el sur de California, y han jugado un rol importante en la ecología y evolución de su flora. Las regiones con clima Mediterráneo han sido, además, centros importantes para el establecimiento de poblaciones humanas, las que al alterar los regímenes de incendios podrían producir efectos negativos importantes en este tipo de formaciones vegetales. Sin embargo, los efectos antrópicos sobre el régimen de incendios podrían tener impactos distintos en ecosistemas Mediterráneos cuya vegetación ha evolucionado naturalmente con este tipo de perturbación. Así, en este trabajo comparamos los regímenes de incendios y la capacidad de respuesta de la vegetación de dos regiones con clima Mediterráneo que han tenido historias distintas en cuanto a la ocurrencia natural de incendios forestales y de ocupación humana, tales como la zona central de Chile (matorral) y el sur de California (chaparral). En Chile, casi todos los incendios forestales son el resultado de actividades antrópicas, mientras que en California los incendios producidos por el hombre se suman a los producidos por tormentas estivales. En ambas regiones, los incendios son más frecuentes en verano debido a la acumulación de biomasa vegetal seca altamente combustible. El hombre ha incrementado significativamente la frecuencia de incendios tanto en el matorral como en el chaparral en las últimas décadas, pero la extensión de los incendios no se ha incrementado en forma importante, probablemente debido a mejores sistemas de supresión del fuego y a la menor acumulación de biomasa vegetal seca por el aumento de la fragmentación del paisaje con desarrollos urbanos y agrícolas con menor potencial de combustión. Como se esperaba, las respuestas de regeneración de las plantas después de los incendios son distintas en el matorral y en el chaparral. Las plantas del matorral muestran un rango de respuestas regenerativas mayor, las que van desde el rebrote basal, al rebrote desde el lignotuber y a la germinación y floración estimuladas por el fuego, con estímulos fuego-específicos tales como shock térmico, químicos presentes en el humo y en la madera quemada. Las plantas del matorral tienen cierta capacidad de regeneración después del fuego, pero estas probablemente evolucionaron como consecuencia de otras presiones ambientales, tales como las severas y largas sequías de verano, la herbivoría y el volcanismo. Aunque ambos ecosistemas de tipo Mediterráneo han mostrado ser resistentes a los incendios de origen antrópico, el marcado aumento en la frecuencia de estos puede constituir un aspecto muy importante de considerar, ya que puede resultar en efectos negativos importantes tanto en los patrones sucesionales como en la diversidad vegetal
Wildfires resulting from thunderstorms are common in some Mediterranean-climate regions, such as southern California, and have played an important role in the ecology and evolution of the flora. Mediterranean-climate regions are major centers for human population and thus anthropogenic impacts on fire regimes may have important consequences on these plant formations. However, changes in fire regimes may have different impacts on Mediterranean type-ecosystems depending on the capability of plants to respond to such perturbations. Therefore, we compare here fire regimes and vegetation responses of two Mediterranean-climate regions which differ in wildfire regimes and history of human occupation, the central zone of Chile (matorral) and the southern area of California in United States (chaparral). In Chile almost all fires result from anthropogenic activities, whereas lightning fires resulting from thunderstorms are frequent in California. In both regions fires are more frequent in summer, due to high accumulation of dry plant biomass for ignition. Humans have markedly increased fires frequency both in the matorral and chaparral, but extent of burned areas has remained unaltered, probably due to better fire suppression actions and a decline in the built-up of dry plant fuel associated to increased landscape fragmentation with less flammable agricultural and urban developments. As expected, post-fire plant regeneration responses differs between the matorral and chaparral due to differences in the importance of wildfires as a natural evolutionary force in the system. Plants from the chaparral show a broader range of post-fire regeneration responses than the matorral, from basal resprouting, to lignotuber resprouting, and to fire-stimulated germination and flowering with fire-specific clues such as heat shock, chemicals from smoke or charred wood. Plants from the matorral have some resprouting capabilities after fire, but these probably evolved from other environmental pressures, such as severe and long summer droughts, herbivory, and volcanism. Although both Mediterranean-type ecosystems have shown to be resilient to anthropogenic fires, increasing fire frequency may be an important factor that needs to be considered as it may result in strong negative effects on plant successional trends and on plant diversity
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