México
La entrada, ahora ya no tan reciente, del diseño en las universidades, ha contribuido en gran medida a repensar la receta teoría-práctica en la formación del diseñador y la importancia de un equilibrio entre ambas en el ejercicio de la profesión, esto ha provocado a su vez un replanteamiento del concepto de investigación. Si la forma más común de entender esta práctica en relación al diseño es como una fase del proceso o un instrumento para diseñar, cada día el marco conceptual se amplía ayudando a entender la investigación en diseño como una vía para la generación de conocimiento a partir de la práctica. Este trabajo muestra que documentar la experiencia y cotejarla con nociones ya existentes puede generar un conocimiento valioso; que la naturaleza del diseño es práctica pero que hay que reflexionar sobre esta especialización, contextualizarla y problematizar a partir de marcos críticos; que la investigación en el diseño implica el estudio de los objetos (su configuración, su identidad, su discurso) pero también la forma en que piensan, trabajan y resuelven su actividad los diseñadores; y por último que el estudio de las herramientas disciplinares sirve no sólo para configurar, sino para leer lo diseñado y que toda esta búsqueda sistemática es un puente hacia otras áreas de conocimiento, una condición indispensable en la formación de nuevos profesionistas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados