Burgos, España
La realidad de las aulas educativas actuales es cada vez más diversa culturalmente, con un alumnado cada vez más plural y heterogéneo. Esto provoca que la función docente cada día sea más complicada y exija mayor trabajo por parte del profesorado, ya que se deben adquirir una serie de conocimientos, habilidades y actitudes para saber gestionar la diversidad cultural en las aulas. Existen diferentes pedagogías, enfoques o enseñanzas para tratar de dar respuesta a esa diversidad cultural y permitir así que el alumnado consiga un aprendizaje y formación adecuada entendiendo esa diversidad como algo positivo y enriquecedor. En este caso nos centraremos en dos de esas pedagogías para este trabajo. La educación culturalmente receptiva y la educación intercultural son conceptos pedagógicos similares en su perspectiva epistemológica y metodológica y que tienen como objetivo trabajar la diversidad cultural en el aula para conseguir aprendizajes significativos y relevantes. Por ello, planteamos como se pueden llegar a complementar estas dos ramas pedagógicas para conseguir en las aulas una mayor justicia social que valore todos y cada uno de los recursos culturales del alumnado que sean importantes para la formación y el desarrollo personal.
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