La última gran reforma realizada en la iglesia de San Antonio de los Alemanes de Madrid se llevó a cabo en 1780 bajo la idea rectora de la unidad de estilo para corregir el contraste entre el retablo mayor, construido en 1762-1765 con un modelo berninesco, y los seis retablos laterales barrocos, que databan de 1700. El deseo de dar armonía al conjunto llevó incluso a añadir adornos en el altar mayor semejantes a los que se hacían en los retablos laterales y a eliminar el antiguo púlpito y confesionarios para hacer otros nuevos que mejoraran la vista y circulación por el templo. La labor quedó encomendada al capellán don José de la Rocha, interesante personaje muy versado en la gestión de obras artísticas.
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