D. Rafael era maestro, porque procuraba encarnar lo que enseñaba: el amor al trabajo, el servicio al bien común, la anteción y el cuidado a las personas con quienes trabajajba. Estimulaba a trabajar con exigencia, con empeño, a aspirar a metas altas y superarse, siempre en un ambiente de cordialidad y exigencia.
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