Como medio para superar su crítica situación económica, Rusia está dispuesta casi a vender lo que sea, aunque se trate de importante información que ahora estaba considerada secreto militar. Tal es el caso de la tecnología espacial, que acaba de poner a la venta imágenes con una resolución muy superior a la de los satélites comerciales. La tosca ingeniería soviética, sin embargo, hace parecer milagroso, a juicio de los expertos, que los equipos puedan funcionar.
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