Algo ha cambiado en AP. Antonio Hernández Mancha parece dispuesto a integrar, en las tareas del partido, "a todas aquellas personas que quieran contribuir, con su esfuerzo, a consolidar una alternativa seria al socialismo; no importa su adscripción anterior. La dicotomía entre políticos y oficialistas, ha terminado". Esta frase, pronunciada por un alto jerarca de la dirección, resume la nueva política de Génova. La generosidad es la postulación de moda. Mancha ha comenzado a recibir en su despacho, de uno en uno, a casi todos los lugartenientes del antiguo "herrerismo". A cambio de un comportamiento leal con el proyecto político que representan, y de la consiguiente profesión de fe disciplinaria, los vencidos reciben garantías de plena "rehabilitación" en el protagonismo político aliancista. La reconciliación está en marcha.
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