No. Ella no sabe que es nuestra Giuletta Massina. Ella no sabe que es nuestra Shirley Mac Laine. Ella no sabe (¡si lo sospechase, le entraría un tantarantán de ni te cuento!) que es... nuestro Charlot. Ella no sabe que lo suyo no es un simple personaje desternillante, sino un "tipo genial", una acuñación teatral definitiva que sólo se logra cuando, desde los tuétanos hasta la punta de los zapatos, emerge una fuerza cómica genuina de ésas que no se aprenden en ninguna academia ni en ningún "actor's study"...
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