Durante las epidemias de gripe y virus respiratorios que suceden cada invierno, es frecuente sufrir saturación en los Servicios de Urgencias, se acumulan enfermedades más banales ya que prestamos más atención a las subsidiarias de complicarse sobre todo en pacientes de edades avanzadas.
Entre las afecciones menores de vías respiratorias, algunas, por la forma de presentación o la forma de manifestar los síntomas, pueden parecer banales. Además, los profesionales sufrimos largas jornadas de trabajo, guardias de 24 horas, turnos de 12 horas, en muchos casos con sólo parones para comer y cenar y tendemos a pasar por alto algún síntoma si la forma de presentación está muy cargada de teatralidad, o existe alta demanda y mala educación de las familias.
En nuestro caso se trata de un varón de 18 años, acompañado por su madre, acude a nuestro servicio de urgencias por la mañana, clínica de tos con sensación de “cierre” en faringe cuando tose, visto hace 5 días en su centro de salud por cuadro catarral ya administraron tratamiento. En el domicilio había presentado cuadro de mareo y presíncope. Se solicitan pruebas, en todo momento tanto el médico como la enfermería sufrieron todo tipo de demandas, quejas, amenazas y suspicacia que hizo crear mal ambiente en la relación médico paciente. Finalmente, al comprobar la normalidad de las pruebas complementarias y que el paciente está asintomático en el momento de la atención, recibe el alta a domicilio. Volvió por la tarde a ser atendido por empeoramiento, en este caso se habla con el paciente haciendo una entrevista más dirigida a los síntomas que su madre describía de forma torpe y teatral y el niño concretó mejor. Finalmente se diagnostica de Tos ferina con resultado de bordetella pertussis en PCR de muestra nasofaríngea positiva. Evolucionó favorablemente.
During epidemics of influenza and respiratory viruses that occur every winter, it is common to suffer overcrowding in the Emergency Departments, more banal diseases since we pay more attention to those that are more likely to become complicated, especially in elderly patients.
Among the minor respiratory tract diseases, some, because of the way they present themselves or the way they manifest their symptoms, may seem trivial. In addition, we professionals suffer long working days, 24-hour shifts, 12-hour shifts, in many cases with only breaks for lunch and dinner, and we tend to overlook some symptoms if the presentation is very theatrical, or if there is high demand and poor education of the families.
In our case, an 18-year-old male, accompanied by his mother, came to our emergency department in the morning, coughing with a sensation of «closing» in the pharynx when he coughed, seen 5 days ago at his health center for catarrhal symptoms and already treated. At home he had presented dizziness and presyncope. Tests were requested, at all times both the doctor and the nursing staff were subjected to all kinds of demands, complaints, threats and suspicions that created a bad atmosphere in the doctor-patient relationship.
Finally, after verifying the normality of the complementary tests and that the patient was asymptomatic at the time of care, he was discharged home. He returned in the afternoon to be seen again due to worsening, in this case we talked to the patient, making a more direct interview to the symptoms that his mother described in a clumsy and theatrical way and the child was more specific. Finally a diagnosis of whooping cough was made with a positive result of bordetella pertussis in PCR of nasopharyngeal sample. He evolved favorably.
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