María del Mar Lorenzo Moledo, Miguel Anxo Santos Rego
Aún sin abrazar una posición historicista, poca duda puaede haber de que Europa es también producto de los flujos migratorios internos, entre ellos los que movilizaron fuerza de trabajo desde el Sur hacia el Norte a comienzos de los años sesenta. Tales movimientos de personas contribuyeron a dibujar la UE, diversa y plural que hoy tenemos. También es un hecho que su política educativa en generaly la de cada uno de los países en particular, asumen como meta el logro de una interculturalidad que fortalezca la convivencia. Esta es la expectativa que tratamos de indagar en el estudio, con una muestra de 318 españoles (gallegos para más señas) residentes en varios países europeos. La conclusión más notoria es la sugerente disposición actitudinal hacia otras culturas en el seno de la Unión, con interesantes implicaciones para el ámbito familiar y escolar.
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