En agosto de 2001 el Banco Central de Chile nominalizó su política monetaria, reemplazando el uso de una tasa de política monetaria (TPM) indizada a la Unidad de Fomento (UF) por una TPM nominal o denominada en pesos. Esta medida fue complementada por un significativo cambio en la composición de sus pasivos, reemplazando gradualmente su deuda de corto y mediano plazo en UF por deuda en pesos. Este trabajo analiza, de manera conceptual y empírica, los principales efectos que tuvo la nominalización sobre los mercados financieros y sobre la conducción y efectividad de la política monetaria. A diferencia de la literatura previa sobre el tema, se concluye que la principal ventaja de la nominalización fue la ampliación de las opciones de política monetaria, impidiendo la aparición de situaciones criticas de manejo de política que se hubieran observado con niveles reducidos de la TPM bajo el anterior esquema de tasa indizada.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados