Han sucedido acontecimientos muy graves alrededor de nuestra vida económica en los días centrales del pasado mes de septiembre. Lo más importante no es la hojarasca que muy pronto se han de llevar los vientos del otoño. Después de conseguido el escuálido sí francés al Tratado de Maastricht y después de criticar a los especuladores es conveniente conocer de verdad por qué sucedió todo, hasta el punto de dejar tambaleante a la que se consideraba firmísima peseta.
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