El personaje del malandro (joven de zonas marginadas que se dedica al robo en pequeña escala) es una constante del cine venezolano. Podemos conseguir la génesis de este personaje en dos películas dirigidas a mediados de los setenta por Clemente de la Cerda: Soy un delincuente (1976) y El reincidente (1977). En este artículo hacemos un análisis del uso que hace de la Cerda de este personaje y argumentamos que sigue una lógica de cine exploitation hasta el punto que podemos darle el nombre de “malandroxplotation”. Así mismo, analizamos algunos puntos que definen la construcción de este personaje.
The character of the malandro (a young man from marginalised areas who en-gages in small-scale robbery) is a constant feature of Venezuelan cinema. The genesis of this character can be found in two films directed in the mid-seventies by Clemente de la Cerda: Soy un delincuente (1976) and Reincidente (1977). In this article we analyse de la Cerda’s use of this character and argue that it follows a logic of exploitation cinema to the extent that this can be defined as “malandroxplotation”. We also analyse some points that define the construction of this character.
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