Hannibal destaca entre la serialidad contemporánea por su arriesgado y sobresaliente uso de la estética, cuyo afán no es otro que enmascarar el horror que esconde y perpetra su protagonista homónimo. El inconfundible gusto por el arte de Hannibal Lecter, así como el ambivalente carácter del personaje se trasladan también a la ficción televisiva a través de las recreaciones de obras de arte que realiza por medio de sus víctimas. Su obra se construye en base a la corriente artística del Barroco y, del body art o arte contemporáneo, toma el cuerpo humano—el cadáver— para deformarlo, darle forma y erigirlo como la pieza central de su obra. Este arte corrupto y decadente no solo busca pervertir el concepto de la belleza, sino también del propio arte en la reinterpretación que propone del mismo.
Hannibal stands out among contemporary seriality for its daring and outstanding use of aesthetics, whose aim is none other than to mask the horror hidden and perpetrated by its eponymous main character. Hannibal Lecter's unmistakable taste for art, as well as the character's ambivalent nature is also transferred to television fiction through his recreations of works of art he creates by means of his victims. His art is built on the artistic movement of the Baroque and, based on body art or contemporary art, he takes the human body— the corpse— to shape it, misshape it, and establish it as the centerpiece of his work. This corrupt and decadent art not only seeks to pervert the concept of beauty, but also of art itself in the reinterpretation it proposes.
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