Ana Fuenmayor Zafra, Miguel Morales Toyo
La química ha sido concebida desde sus orígenes como asignatura teórico-práctica, donde el componente procedimental juega un papel relevante. Sin embargo, el estado de los laboratorios de química suele intervenir drásticamente en la ejecución de la clase planeada, dejando incluso a la deriva una serie de estrategias que pueden resultar efectivas para lograr el éxito estudiantil. Esta realidad comenzó con los estudiantes de educación de la Universidad Adventista Dominicana (UNAD) en su práctica profesional, donde solo el 27% de 15 instituciones colaboradoras recibían actividades experimentales. Esta realidad nos lleva a formular la pregunta: ¿De qué manera se pueden abordar las prácticas de laboratorio de química de acuerdo a cada contexto encontrado? Esto conlleva al propósito del trabajo: diseñar un programa de prácticas de laboratorio para los practicantes, que se ajuste a cada escenario encontrado en su praxis. Asimismo, la metodología aplicada consiste en desarrollar, en parejas, una práctica de laboratorio del tema de química de su elección, tomando en cuenta solo una de estas tres realidades que se presentan en las instituciones educativas: la primera, posee infraestructura para el laboratorio, mobiliario, materiales y reactivos; la segunda, posee infraestructura, pero no posee mobiliario, materiales ni reactivos; y la tercera, no posee infraestructura, mobiliario, materiales ni reactivos. Las condiciones establecidas son que deben ser utilizados recursos de bajo costo, de fácil acceso y a microescala. De esta manera, se logró la ejecución de 18 prácticas de laboratorio distribuidas en las 15 instituciones colaboradoras sometidas a este estudio, lo que refleja un 100% de alcance. Actualmente, esta metodología es aplicada en la Universidad Central del Este, UCE.
Chemistry has been conceived from its origins as a theoretical-practical subject where the procedural component plays a relevant role. However, the state of the chemistry laboratories tends to drastically intervene with the execution of the planned class, even leaving a series of strategies that can be effective to achieve student success adrift. This reality began with the education students of the Universidad Adventista Dominicana (UNAD) in their professional practice, where only 27% of 15 collaborating institutions received experimental activities. This reality leads us to ask the question: In what way can chemistry laboratory practices be approached according to each context found? This leads to the purpose of the work: Design a program of laboratory practices for practitioners, which fits each scenario found in their praxis. Likewise, the applied methodology consists of developing, in pairs, a laboratory practice on the subject of the chemistry of their choice, taking into account only one of these three realities that occur in educational institutions: first, it has infrastructure for the laboratory, furniture/materials, and reagents, the second, has the infrastructure, does not have furniture/materials, does not have reagents, third, does not have the infrastructure, furniture/materials, and neither reagents. The established conditions are that low-cost, easy-access, and microscale resources must be used. In this way, the execution of 18 laboratory practices distributed in the 15 collaborating institutions subjected to this study was achieved, thus reflecting a 100% scope. Currently, this methodology is applied at the Universidad Central del Este, UCE.
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